miércoles, 27 de febrero de 2013

El Pointer, una buena opción.

Me gusta el pointer por su andadura velocisíma, mas que cazar parece una carrera desenfrenada. Su amplitud de búsqueda, que a muchos aterroriza, es una virtud que define su estilo de raza. En esa carrera alocada, la nariz se eleva, parece que quiere controlar cualquier emanación que el aire transporte y que haga delatar la presencia de la caza. Una parada súbita del pointer, casi inverosimil, nos sobresalta. La perdiz debe estar apeonando, razón por la que el pointer alza su nariz al viento, quiere mantener el contacto con ese efluvio. Ese olor le embriaga y tensa a la vez sus musculos. No quiere perder la emanación, una carrera corta y cae de nuevo en muestra, la caza sigue moviéndose y tú, a su lado, le ordenas que guíe. Cabeza, cuello, tronco y cola se alinean en una persecución a golpe de espada, a latigazos. De pronto cae fulminado en muestra firme, la perdiz queda bloqueada, se siente perdida y emprende el vuelo.
Esto no es mas que la sintesis de un lance cualquiera con el pointer como protagonista, imposible de describir con el detalle de las sensaciones que nos produce,-una escena como la descrita-, a los amantes del perro de muestra. Para el cazador que desconozca el perro de muestra y, especialmente, esta maravillosa raza, descubrir su gran potencial venatorio será el mejor regalo que pueda hacerse. A ellos, les animo a acercarse al pointer, sin prejuicios, se informen y profundicen en sus conocimientos. Con un poco de suerte, buen hacer y dedicación el espectáculo lo tendrán garantizado. Animo y suerte.
 
La búsqueda-Cheyen del Valle del Upa-
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Diva, en muestra





Al galope,-Athos

Athos, en muestra

Impresionante muestra de Athos




viernes, 8 de febrero de 2013

Tarde de campo y entrenamiento

Quien como yo tiene las perdices en la otra punta del mapa, para salir a campear los perros hay que armarse de "valor", autoconvencerse, repetirse para los adentros aquello del que algo quiere, algo le cuesta. Así que para poder dedicarle un par de turnos a cada perro no queda otra que meterse entre pecho y espalda un montón de kilómetros volante en mano. Pero la verdad es que conducir, si se hace por carreteras secundarias a una velocidad moderada, resulta placentero y hasta desestresante, sobre todo cuando se realiza el camino de vuelta. Permite la contemplación del paisaje, -que en nuestra Andalucía es ya primaveral-, descubrir esa collera de perdices que pacen en el trigo tranquilamente, junto a la cuneta de la carretera, o aquel conejete que toma el sol sin perder de vista su agujero. El cazador lleva en su ser ese instinto atávico de descubrir a la salvajina, tal cual le ocurre al pescador que no puede evitar asomarse al rio cuando cruza un puente queriendo, claro está, adivinar la silueta de un gran pez.  Ya en el campo, ese será el objetivo, descubrir la perdiz roja de la manera mas noble que se ha inventado y que no es otra que con la ayuda de una de las razas caninas que mejor interpretan al perro de punta: el pointer.



Remontando la emanación


Al otro lado del padrón aguardaba la perdiz


Aguantó firme hasta que pude llegar para asistirle el punto

Cheyen




Diva













sábado, 2 de febrero de 2013

Por fin: Primer dia de entrenamientos.

Unos turnos de Athos y  Diva del Valle el Upa bastaron para brindarme varios puntos sobre perdiz. Athos salió en dos turnos en cada uno de los cuales tuvo encuentros con la patirroja que no desaprovechó. En el primero que se muestra en el video quizas no se aprecie la enorme tensión de la muestra, típica y de buena factura, debido  a la baja calidad de la filmación. Athos tiene ya cerca de tres años y se consolida como un buen perro de muestra y mejor auxiliar para este cazador.